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UN DÍA LLUVIOSO EN NEW YORK: EL PERDURABLE ENCANTO DE WODDY ALLEN – A P O L O R A M A
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UN DÍA LLUVIOSO EN NEW YORK: EL PERDURABLE ENCANTO DE WODDY ALLEN

UN DÍA LLUVIOSO EN NEW YORK: EL PERDURABLE ENCANTO DE WODDY ALLEN

 

Una comedia de enredos jugada con frescura y momentos de brillo. Los temas transitados en varias oportunidades por el gran adorador de Manhattan, se revitalizan con un marco visual insuperable bajo acertadas pinceladas de humor agridulce y un estado de sensibilidad a flor de piel.

 

 

Allen juega con soltura las cartas de la comedia de enredos en esta historia que protagoniza una pareja de estudiantes universitarios interpretados por un acertado Timothée Chalamet (incorporando en su actuación los habituales tics y manías de Woody), y una encantadora Elle Fanning (oscilando con destreza entre la ingenuidad y la seducción). Los tortolitos llegan a Manhattan para pasar un fin de semana diseñado de antemano y con detalle por el novio, que proviene de una familia rica y ha transitado buena parte de su vida en la Gran Manzana. Pero claro, esos planes tan estructurados pronto cobran caminos impensados, mientras la ciudad y la lluvia funcionan como algo más que un simple telón de fondo de una serie de aventuras inesperadas que cada cual correrá por su parte.

 

 

Como buen exponente de este tipo de comedia en donde las situaciones se descarrilan por completo, el guionista y director logra atravesar orgánicamente la experiencia, recuperando la notable cuota de frescura que había perdido en sus últimos films; y generando un puñado de exquisitos momentos que se dividen entre un humor agridulce y un estado de sensibilidad a flor de piel.

 

 

Un día lluvioso en Nueva York discurre de manera cristalina con una fluidez poco frecuente en el panorama del cine actual. En ese andar liviano está la magia de un relato que no se erige sobre pretensiones innecesarias, y que vuelve por enésima vez y con gracia renovada sobre temas que Allen ya transitó a lo largo de casi toda su carrera. La incertidumbre que llega cuando se quiebra el orden establecido, el latente acecho de la infidelidad, y los vínculos inter generacionales abordados sin pruritos; son algunos de los ingredientes de una historia que cuenta con el inmejorable marco visual aportado por el talentoso director de fotografía Vittorio Storaro, que imprimió su impronta estética a clásicos contemporáneos como Apocalypse Now y El último emperador.

 

Como tantas otras creaciones de Woody Allen, más allá de la dupla protagónica, el relato está estructurado desde una narrativa coral que orquesta escenas en las que cada personaje tiene su magnético momento de lucimiento. Selena Gomez está descollante interpretando a la hermana menor de una ex novia del protagonista. El reencuentro entre ambos queda sellado en medio de un rodaje que él literalmente se cruza en plena calle, cuando un amigo que está detrás de cámara le pide que actúe en una escena cuyo contenido no conviene anticipar. Por otro lado, Liev Schreiber, Jude Law y Diego Luna se ponen respectivamente en la piel de un aclamado director de cine en plena crisis creativa, un guionista en un pico de tensión con su esposa, y una suerte de afamado latin lover; todos ellos orbitando alrededor de Elle Fanning, la joven estudiante de periodismo que pasa el día desencontrada con su novio y envuelta en en una serie de peripecias. Timothée Chalamet calza muy bien el traje de Woody Allen, y la película cumple con creces en una escena fundamental en la que se ve al lánguido joven forzado a asistir a un evento topísimo organizado por su madre (superlativa Cherry Jones). En varias oportunidades, él anticipa que lo que menos quiere en ese fin de semana en Manhattan es toparse con sus padres, suceso que de antemano sabemos que de alguna manera ocurrirá. Sin dar detalles sobre esa instancia, lo único que se puede adelantar es que además de un compendio de situaciones entre desopilantes y ligeras, Un día lluvioso en Nueva York también es capaz de ofrecer una de las charlas más sinceras entre madre e hijo que haya dado el cine en los últimos tiempos.

 

 

 

Denisse De la Parra