Top
Ojalá me corran para que me liquiden – A P O L O R A M A
fade
34351
post-template-default,single,single-post,postid-34351,single-format-standard,eltd-core-1.0,flow-ver-1.0.1,eltd-smooth-scroll,eltd-smooth-page-transitions,ajax,eltd-blog-installed,page-template-blog-standard,eltd-header-standard,eltd-sticky-header-on-scroll-up,eltd-default-mobile-header,eltd-sticky-up-mobile-header,eltd-dropdown-default,eltd-dark-header,wpb-js-composer js-comp-ver-4.9.2,vc_responsive

Ojalá me corran para que me liquiden

Ojalá me corran para que me liquiden

Enero aún no termina y con él la racha de propósitos continúa.
Los más comunes entre mis amigos:
Mudarse, hacer más ejercicio, comer mejor, gastar menos, viajar más y “salirse de su chamba”.

Lo cual nos lleva a una pregunta obvia:
Y, ¿por qué no renuncias?
A lo que responden haciendo puchero:
“Ojalá me corrieran para que me liquiden…”

Al principio pensaba que la idea de que no es necesario hacer carrera en una empresa para ser exitoso era sólo del gremio publicitario/marketero; pero me he dado cuenta que tal vez va un poco más allá.
No quiero satanizar (más) a los millennials insinuado que es algo generacional; pero sí creo que es una tendencia generada por el salto del antes y después de vivir en un mundo de múltiples oportunidades que nos ofrece internet. Así que llámenos como deseen.

El punto aquí es el cambio de necesidades de (ahora nosotros) los empleados.
No nos llena de orgullo el decir que llevamos más de 5 -o 3- años trabajando en la misma empresa.
No nos interesan plazas perpetuas sin cambios o mejoras aunque signifique estabilidad de ingresos.
Podemos sacrificar un poco de nuestro salario, mas no nuestra idiosincrasia.
Salir temprano los viernes es mejor prestación que un lugar de estacionamiento.
Y el ego o desarrollo profesional tiene más peso que un bono de longevidad.
En otra palabras, si no me llenas, si no me enseñas y si no me dejas ser, me voy.

Y tan es así que muchos deciden irse y hacer su propio negocio.
Históricamente, estamos en una de las eras con más iniciativa laboral, no es sorpresa ver cada 15 días una StartUp nueva, fresca e ingeniosa, pululan.

Y aunque no todas son exitosas, abren otra puerta a las posibilidades.
Pareciera que basta con una buena idea, insights, proveedores correctos, un diseño bien hecho y liquidez financiera para dejar de ser empleado y consolidar tu propio futuro.

¿Y sabes de dónde podrías empezar a juntar tu capital para esa increíble idea que da vueltas en tu cabeza y que crees podría revolucionar al mundo?
De una jugosa liquidación de al menos 5 años de trabajo corrido.

Karo Gómez